miércoles, 22 de septiembre de 2021

Consejos para empezar a realizar ejercicio cuando se tiene depresión o ansiedad


Es cierto que saber que algo va a ser beneficioso para ti no quiere decir que te vaya a ser más fácil de hacer.
    Cuando se padece de depresión o de ansiedad, puede resultar bastante duro realizar actividades cotidianas como lavar los platos, ducharse o ir a trabajar, ni que pensar entonces del esfuerzo que requiere el ejercicio físico...

    ¿Cómo podrías aumentar la actividad física? En este artículo te explicamos algunos pasos que pueden ayudarte a hacerlo:

  • Consigue ayuda de tu médico/a de familia: éstos suelen ser un buen apoyo y guía.
  • Haz una lista con las actividades y/o ejercicios que pueden resultarte agradables y con las que cree que puede disfrutar: Hay tres tipos principales de intereses y actividades: agradables (aquellas que le aportan una sensación de diversión o le ayudan a relajarse), constructivas (aquellas que le ayudan a cambiar algo) y altruistas (son aquellas con las que ayuda a otras personas)
  • Ponte metas razonables: tu misión no es precisamente prepararte para una maratón, no tienes porque caminar durante una hora cinco días a la semana. Piensa primero qué eres capaz de hacer en realidad ¿20 minutos? ¿10 minutos? ¡pues empieza por ahí! ya tendrás tiempo de ir aumentando progresivamente la duración del paseo. 
  • No pienses en el ejercicio como si fuera una carga extra. Si el ejercicio es otro "debería" en tu vida, lo vas a asociar con fracaso. En lugar de esto, trata de tomarte un programa de actividad física de la misma manera que tu sesión de terapia o la medicación antidepresiva como una de las herramientas que le ayudaran a sentirse mejor.
  • Trata tus barreras: Identifica tus obstáculos para realizar ejercicio físico. ¿Te sientes intimidadx por otras personas o eres tímidx? ¡haz ejercicio en casa!. ¿Te animas más cuando estás acompañadx? busca a alguien para hacerlo. ¿No tienes dinero extra para gastarlo en un gimnasio? realiza algo que tenga coste cero, ejercicios de www.gymvirtual.com o los miles que hay circulando por youtube. Si piensas en aquello que te impide realizar la actividad física puedes buscar una alternativa con más facilidad. 
  • Prepárate para los problemas y obstáculos: hacer actividad física no es siempre fácil o divertido y puedes sentirte culpable si no consigues las metas que te habías propuesto. La gente con depresión se siente especialmente avergonzada cuando falla. ¡No caigas en la trampa! Refuérzate por cada paso que des hacia la dirección correcta, no importa cómo de pequeño sea. Si te saltas la actividad física un día no significa que hayas fracasado y, por supuesto, no es motivo para abandonar la actividad totalmente, Prueba de nuevo al día siguiente. Cada día supone una nueva oportunidad. Si sientes que pierde la motivación pida a algún amigx o miembro de la familia que sea su compañero de ejercicio. No sólo le ayudará a permanecer centradx sino que estas personas sentirán también los beneficios.

Y ahora viene el gran dilema, ¿Cómo lo mantengo?

Emprender un programa de actividad física es duro y mantenerlo a lo largo del tiempo puede serlo incluso más. La clave está en la forma en la que soluciones el problema cuando uno no puede o no quiere hacer ejercicio.
¿Qué sucedería si perdieras el autobús? probablemente serías capaz rápidamente de generar una lista de varias estrategias con las que superar este problema, tal como por ejemplo esperar a que llegara el próximo autobús, llamar a algún familiar para que te recogiera en coche, pedir un taxi o ir andando. O, por ejemplo: ¿Qué pasaría si se termina el gas cuando se está duchando? seguro que encuentras varias alternativas para solucionar o salir de la situación: llamar a alguien que esté en la casa para que cambie la bombona, ponerse el albornoz y cambiarla, terminar en ese momento la ducha... Casi instantáneamente el problema se resolvería.

Pues, de la misma manera los obstáculos que aparecen cuando decidimos hacer ejercicio físico con regularidad pueden resolverse pensando en distintas alternativas. Valora tus opciones. Si vas a salir a caminar y ve que está lloviendo, haz ejercicio en casa, por ejemplo, como le he comentado antes.

A problemas: ¡soluciones!

Anaís Martínez Jimeno

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