El trastorno de interés/exictación sexual femenino forma parte del grupo de las disfunciones sexuales, éstas pueden definirse como todos aquellos trastornos en los que problemas fisiológicos o psicológicos dificultan la participación o la satisfacción en las actividades sexuales (Labrador, 1987, 1994). En general, existe una disfunción sexual cuando alguna de las respuestas psicofisiológicas implicadas en el ciclo de respuesta sexual
(en cualquiera de las fases vistas en un artículo anterior), o la totalidad de ellas, no se producen o solamente se producen de manera parcial (Kaplan, 1975). Todas ellas tienen una característica común: la ansiedad que provocan en el individuo que las padece y/o en su pareja.
No obstante el DSM 5 no sigue este esquema de las fases que explicamos hace unos años en un artículo. Veáse aquí. En DSM 5 se han añadido diferentes funciones específicas de género y además a excepción de la disfunción sexual inducida por medicación requieren de una duración mínima de aproximadamente 6 meses y criterios de severidad mas precisos.
El trastorno de interés/excitación sexual femenino forma parte de aquellos trastornos de la excitación sexual y para que se cumpla el diagnóstico ha de cumplir los siguientes criterios:
- Interés ausente o reducido en la actividad sexual
- fantasías o pensamientos sexuales o eróticos ausentes o reducidos
- Inicio reducido o ausente de la actividad sexual y no receptiva a los intentos de la pareja por iniciarla
- Excitación o placer sexual ausente o reducido en todas o casi todas las relaciones
- Excitación o placer sexual ausente o reducido en respuesta a cualquier invitación sexual o erótica
- Sensaciones genitales o no genitales ausentes o reducidas durante la actividad sexual en todas o casi todas las ocasiones
- B. Los síntomas han persistido durante 6 meses como mínimo
- C.Los síntomas provocan un malestar significativo
- D. La disfunción no se explica mejor por un tx mental no sexual
- Temperamento: cogniciones y actitudes negativas acerca de la sexualidad y antecedentes de trastornos mentales. Diferencias en la propensión a excitarse sexualmente y la inhibición sexual pueden predecir la probabilidad.
- Ambientales: Dificultades en la relación, funcionamiento sexual de la pareja, historia de desarrollo y relacione tempranas con cuidadores o factores estresantes en la infancia.
- Genéticos y fisiológicos: Múltiples afecciones médicas y medicamentos.
- Menopausia asociada consistentemente.
- Trastorno de depresión mayor: La disminución importante del interés o del placer por todas o casi todas las actividades la mayor parte del día, casi todos los días, podría explicar la falta de interés/excitación
- Otra afección médica: Si lo explica no se diagnostica.
- Factores interpersonales: si lo explican no se diagnostica.
- Otra disfunción: La presencia de otra disfunción sexual no descarta el diagnóstico. Es común la presencia de más de una disfunción sexual. Ej.: la presencia de dolor puede llevar a la falta de deseo.
- Estímulos sexuales inadecuados o ausentes no se haría el diagnóstico.
- Muy común con otras dificultades sexuales. El malestar sexual y la insatisfacción con la vida sexual también están muy relacionada con el deseo sexual disminuido de las mujeres.
- El deseo sexual disminuido causante de malestar se asocia a la depresión, problemas tiroideos, ansiedad, incontinencia urinaria y otros factores médicos.
- También se asocia a artritis, enfermedad inflamatoria intestinal y colon irritable.
- Parece presentar comorbilidad con depresión, abusos sexuales y físicos en la edad adulta, el funcionamiento mental global y el consumo de alcohol.
El tratamiento se debe dirigir hacia los factores que pueden estar reduciendo el interés sexual y con frecuencia pueden existir algunos de tales factores.
Algunas parejas necesitarán trabajo de mejoramiento de la relación o terapia de pareja antes de centrarse en el incremento de la actividad sexual. Asimismo, algunas parejas necesitarán que se les enseñe a resolver conflictos y diferencias en aquellas áreas no relacionadas con el sexo.
El entrenamiento en la comunicación ayuda a las parejas a aprender cómo hablar entre sí, mostrar comprensión, resolver las diferencias con sensibilidad y respeto por los sentimientos de cada uno, aprender cómo expresar la ira de manera constructiva y reservar el tiempo para las actividades juntos, al igual que mostrar afecto con el fin de estimular el deseo sexual.
Muchas parejas también necesitarán concentrarse directamente en la relación sexual. A través de la educación y las tareas de pareja aprenden a aumentar el tiempo que le dedican a la actividad sexual. Algunas parejas también necesitan concentrarse en las formas de poder acercarse sexualmente a la otra persona de una manera más interesante y deseable y en cómo rehusar una invitación sexual de una forma más gentil y discreta.
Es necesario abordar directamente los problemas en la excitación sexual o en el desempeño que afectan el impulso sexual. Algunos médicos recomiendan tratar a las mujeres ya sea con cremas o testosterona oral, a menudo combinada con estrógenos, pero aún no existe evidencia concluyente al respecto. Hay estudios en curso examinando el posible beneficio de los suplementos de testosterona para las mujeres con disminución de la libido.
• VALLEJO RUILOBA, J. (2015): Introducción a la psicopatología y la psiquiatría 8º edición. Masson. Barcelona.

No hay comentarios:
Publicar un comentario