¿Qué es
y cómo se manifiesta?
La fobia a
conducir se refiere a un miedo intenso o irracional ante la situación de estar
conduciendo un vehículo o ante la anticipación de esta situación temida. La
persona afectada es consciente de que el miedo es excesivo, pero, habitualmente,
desconoce las estrategias para poder afrontar la ansiedad que le provoca la
conducción o el hecho de pensar en ello.
Existen
tres componentes que ayudan a definir la fobia a conducir:
- Nivel cognitivo: la persona tiene pensamientos catastrofistas relacionados con sufrir un accidente, experimentar ansiedad, o perder el control. En definitiva, miedo a morir y/o provocar la muerte a otros.
- Nivel emocional o fisiológico: la persona experimenta ansiedad, inseguridad, tensión muscular, rigidez, aumento del ritmo cardíaco, sudoración, náuseas, diarrea, mareo, sensación de flojedad en brazos o piernas, visión borrosa.
- Nivel conductual: la persona evita conducir o conduce sólo si se dan algunas circunstancias específicas: conducir acompañada, conducir sólo por algunas vías, llevar medicación, conducir a baja velocidad, hablar por teléfono para distraerse de los pensamientos negativos y tranquilizarse, etc.
La
gravedad de la fobia a conducir varía en función de la incapacitación o
dificultades que ocasiona y del grado de malestar experimentado. Hay personas
que evitan la mayoría de las situaciones relacionadas con la conducción y hay
otras que sólo muestran dificultad en algunas -conducir por autopista, pasar
por un túnel, conducir sola, salir de su zona conocida o de seguridad
El miedo a
conducir puede interferir significativamente en la vida de la persona
afectada, causando consecuencias negativas como rechazar trabajos en los que se
requiere conducir, depender de otra persona para desplazarse, no sacarse el
carné de conducir o no hacerlo servir. Este problema, en ocasiones, provoca en
la persona que lo padece un deterioro de su autoestima, llegándose a
sentirse frustrado, incompetente, inferior.
Existe una
mayor incidencia en mujeres que en hombres y la edad media de aparición del
problema se da en torno a los 30-40 años
Origen
del problema
La fobia a
conducir puede aparecer debido a uno o varios de los siguientes motivos:
- Experiencia aversiva directa o indirecta: haber sufrido un accidente, que lo haya sufrido una persona allegada, o bien, haber presenciado un accidente de tráfico traumático.
- Transmisión de la información: miedos inculcados por otras personas como los familiares, amigos, reportajes o noticias sobre los accidentes de tráfico
- Ansiedad elevada o crisis de ansiedad en el coche: experimentar ansiedad en el coche debido a algún factor que, originariamente, no tenía ninguna relación con la conducción -problemas laborales, familiares, económicos, procesos de cambio y adaptación- pueden propiciar el desarrollo de una fobia a conducir y, por tanto, asociar, a partir de ahí, la conducción con ansiedad.
- Factores predisponentes: aun viviendo alguna de las situaciones anteriores, hay personas que desarrollan la fobia a conducir y otras no. Dependerá de la existencia o no ciertos factores predisponentes o de vulnerabilidad.
Tratamiento
A continuación,
se hace referencia a algunas estrategias que se pueden utilizar en un
tratamiento psicológico de tipo cognitivo-conductual para superar la fobia a
conducir, adaptándolas a cada caso en concreto.
- Dar información sobre la naturaleza de la ansiedad en general y la fobia a conducir: explicación sobre los síntomas de la ansiedad, los factores implicados en el origen, desarrollo y mantenimiento del problema.
- Técnicas de desactivación fisiológica: respiración abdominal, relajación muscular progresiva. Van dirigidas a reducir las manifestaciones fisiológicas del miedo.
- Técnicas cognitivas: regulación de pensamientos anticipatorios, atención auto-enfocada, cálculo de riesgos, abuso de la prevención, pensamientos negativos automáticos.
- Identificación y neutralización de conductas contraproducentes: tomar conciencia y retirar algunas conductas a las que recurre el paciente con el objetivo de disminuir su malestar pero que, sin embargo, contribuyen al mantenimiento y el empeoramiento del problema – por ejemplo, conducir acompañado sistemáticamente, ir hablando por teléfono para distraerse de los pensamientos negativos, tomar alcohol u otros productos-.
- Exposición interoceptiva: dirigida a perder el miedo a los síntomas y regular el fenómeno llamado de “miedo al miedo”.
- Exposición progresiva a las situaciones temidas: consiste en que la persona entre en contacto con la situación temida, de manera progresiva y guiada, para propiciar la extinción del miedo. Este procedimiento puede aplicarse de diferentes formas -virtual, en imaginación, en vivo- y combinarse con otros procedimientos, lo que daría lugar a diferentes técnicas específicas.
- Afrontamiento de posibles fuentes activas de ansiedad que, directa o indirectamente, pudieran estar relacionadas con el origen o mantenimiento del miedo
- Mejorar las habilidades de conducción, en caso necesario.
Adjuntamos
un Programa emitido el 21-4-15 por el Canal 24h, de RTVE, sobre diversas fobias
y su tratamiento. Las imágenes de los minutos 10,40 al 15,50 corresponden al
programa Conducir Sin Miedo. :)
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