jueves, 30 de junio de 2016

Las Fobias infantiles, ¿qué son? ¿por qué aparecen?

Los miedos y las fobias infantiles son muy significativos en este periodo, aunque a nivel clínico se subestiman debido a que son:
-          Transitorios (pasajeros y remiten espontáneamente con el desarrollo).
-          Leves (La magnitud de las respuestas del niño es menor que la del adulto).
-          Evolutivos (cursan su máxima intensidad y desaparecen en edades características).
Por lo tanto, lo que interesa es saber distinguir entre miedos de carácter evolutivo y miedos de naturaleza clínica o fobias específicas que van a perdurar en la adultez.
Las fobias especificas presentan dos características que las diferencian de los miedos y que justifican la aplicación de tratamiento psicológico:
-          La respuesta es desproporcionada en relación al estímulo: el estímulo fóbico es inofensivo y no constituye una amenaza objetiva pero el niño reacciona como si estuviera ante una situación de peligro (por ej., a la oscuridad).
-          La respuesta es desadaptada: la alta intensidad de la respuesta produce malestar, preocupación, alteraciones psicofisiológicas y conductas perturbadoras que interfieren el estilo de vida del niño y repercuten negativamente en su desarrollo.
El DSM V clasifica las fobias especificas en 5 tipos:
-          Fobia animal (animales temidos por el ataque y animales temidos por el contagio)
-          Fobia ambiental (tormentas…)
-          Fobia sangre-inyecciones. daño: (dolor y procedimientos médicos invasivos)
-          Fobia situacional (ascensores, transportes…)
-          Otras fobias (personas disfrazadas, ruidos…)
El modelo integrado de las fobias especificas en la infancia explica la génesis y mantenimiento de éstas basándose en los siguientes mecanismos:
-          Preparatoriedad de la especie humana (ésta está biológicamente preparada para atender respuestas fóbicas, caracterizadas por la facilidad de condicionamiento y resistencia a la extinción, a estímulos que filogenéticamente han constituido una amenaza para la supervivencia de la especie)
-          Predisposición del niño: la vulnerabilidad biológica como la labilidad electrodermal y psicológica (sobreprotección parental), explica las diferencias individuales en la susceptibilidad al condicionamiento de las respuestas fóbicas.
-          Procesos de condicionamiento: la hipótesis de la preparatoreidad explica que se teman determinados objetos y no otros. La hipótesis de la predisposición explica que unos niños desarrollen fobia específica y otros no. Sin embargo, la aparición y la persistencia de una fobia depende de las experiencias directas e indirectas con el estímulo fóbico: puede ser debido al condicionamiento clásico, operante, aprendizaje social o al aprendizaje cognitivo.
Por lo tanto, además de estar filogenéticamente programados a contestar con respuestas fóbicas ante ciertos estímulos influye la propia predisposición que tenga el niño, su entorno y los aprendizajes que haya tenido durante toda su vida.
¿Cuál es el tratamiento ideal?
Digamos que no hay un tratamiento ideal para tratarlas, ya que dependerá del sujeto en cuestión. El mejor tratamiento siempre es aquel que esté diseñado para esa persona en concreto.
Sí que hay ciertos tratamientos que están bien establecidos: como son la desensibilización sistemática en vivo, la practica reforzada y el modelado precipitante (que me comprometo a explicar en los siguientes post de que trata cada uno). También están aquellos que, aunque todavía no estén bien establecidos, se han demostrado que son probablemente eficaces como: la desensibilización sistemática en imaginación, la desensibilización sistemática mediante movimientos oculares, el modelado gradual, las autoinstrucciones de valentía, biblioterapia mas juegos y las escenificaciones emotivas. Y luego está las imágenes emotivas que están en fase experimental.
Como he dicho, el tratamiento ideal será aquel que se ajuste al sujeto, a las características de su entorno, nivel evolutivo y al tipo de fobia (o fobias, si son varias) que se estén dando, entre otras. Por lo tanto, lo mejor será acudir a un especialista en psicología clínica para poder realizar un tratamiento individualizado.
A.M.

PsycoSpirity.

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