viernes, 31 de marzo de 2017

Tripofobia, miedo patológico a figuras geométricas formadas por agujeros

Algunas personas manifiestan auténtico pánico, náuseas y sudores fríos cuando ven un montón de espuma con burbujas, un traje de lunares, una flor de loto, un panal de abejas, un puñado de troncos apilados, un ladrillo o una tableta de chocolate aireado. Se debe a que sufren tripofobia, es decir, miedo patológico a las figuras geométricas formadas por agujeros o dibujos repetidos y próximos de orificios.


CAUSAS

Se podría inferir que la tripofobia tiene una sencilla explicación evolutiva: las personas que sienten repulsión al observar estos patrones se alejan de los animales peligrosos, lo que les ayuda en su supervivencia.
De esta manera, no es extraño que aún hoy en día muchas personas presenten síntomas de ansiedad al observar patrones de manchas o agujeros que recuerdan a los que se ven en los animales más venenosos del mundo.


 Hay quienes opinan que la tripofobia es una mera curiosidad psicológica. Podrían existir tantas fobias como personas en el mundo, porque las personas pueden temerle a cualquier cosa.
Una experiencia traumática podría provocar una fobia a infinidad de objetos o situaciones.
Pero la pregunta es si en realidad la tripofobia puede provocar síntomas tan intensos como para interferir con la vida cotidiana de la persona. En el caso de que así fuera, la tripofobia sería un verdadero problema a resolver.
 Del mismo modo, las reacciones tripofóbicas podrían haber sido útiles para evitar contaminantes como los que podrían encontrarse en el moho, en heridas abiertas o en cadáveres agujereados por gusanos.


Síntomas

Algunas personas con tripofobia describen reacciones extremas parecidas a los síntomas fisiológicos de las crisis de angustia, como temblores, taquicardia, náuseas o dificultad para respirar. También pueden sentir dolor de cabeza y síntomas dermatológicos, por ejemplo picor y piel de gallina.

Tratamientos para la tripofobia

Como todas las fobias, hay varios tratamientos posibles, diversas terapias psicológicas y algunos medicamentos:

Terapia de exposición

En este tipo de tratamiento, el terapeuta te expondrá poco a poco al estimulo que provoca tus síntomas, ayudándote a controlar la ansiedad mediante diferentes herramientas.
La exposición gradual y repetida en el tiempo hará que cada vez sientas menos ansiedad y así podrás controlar la situación cuando veas patrones de pequeños agujeros.

Terapia cognitivo conductual

 La terapia cognitivo conductual consiste en el cambio de pensamientos  conductas.
Implica también la exposición gradual al estímulo, combinada con otras técnicas que te ayudarán a lidiar con las situaciones que te provocan ansiedad de diferentes maneras.

Fármacos

 Para el tratamiento de algunas fobias se prescriben medicamentos antidepresivos y tranquilizantes
Los antidepresivos que habitualmente se prescriben para los casos de fobias severas son los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina. Es posible que el médico recete también otro tipo de antidepresivos para el control de los síntomas, dependiendo de cada caso.
Por último, un cierto tipo de medicamentos tranquilizantes llamados benzodiacepinas pueden ayudar a controlar la ansiedad en las personas que padecen diversos tipos de fobias. 
Deben utilizarse con precaución porque pueden tener efectos secundarios adversos y varias contraindicaciones.
Cabe aclarar que en la mayoría de los casos se recurre a la medicación cuando los síntomas de la fobia son realmente incontrolables e interfieren en la vida cotidiana de la persona, impidiéndose realizar sus actividades normalmente.

Te dejamos un vídeo para que tú mismo lo compruebes:

MªCarmen Martínez 

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